Es el conjunto de actividades de colaboración, cooperación, intercambio de conocimiento y crecimiento mutuo entre universitarios y no universitarios. En este proceso todos los involucrados ponen en juego sus respectivos conocimientos y saberes y aprenden en un proceso interactivo orientado a la expansión de la cultura a la utilización socialmente valiosa del conocimiento, con prioridad a los sectores más postergados. En conjunto con la Enseñanza y la Investigación, es una de las tres funciones que tiene la Universidad de la República.

Es un enfoque donde se impulsa el desarrollo integrado de las tres funciones universitarias (investigación + enseñanza + extensión) en el mismo ámbito educativo. En este sentido, la extensión se basa en el diálogo bidireccional que redimensiona a la enseñanza, al aprendizaje y a la investigación, generando un enriquecimiento a partir de su articulación. El trabajo integral en terreno, partiendo de los problemas que la sociedad tiene e intentando junto con ella encontrar alternativas, transforma y amplía el acto educativo.

• Como un proceso educativo transformador, sin roles estereotipados de educador y educando, donde todos pueden aprender y enseñar.
• Contribuyendo a la producción de nuevo conocimiento y pensamiento de tipo crítico, vinculando el conocimiento académico con el saber popular.
• Tendiendo a promover formas asociativas y grupales que aporten a superar problemáticas significativas a nivel socio-ambiental.
• Orientando líneas de investigación y planes de enseñanza, generando compromiso universitario con el medio social y ambiental hacia la resolución de sus problemas a partir de la producción conjunta de conocimiento.
• Como una función universitaria básica, que en conjunto con la investigación conformen espacios educativos integrales, con un contacto directo con la realidad social y por lo tanto con carácter humanizador.

La extensión y las actividades en el medio pueden ser de muy variado tipo: proyectos, espacios formativos integrales, charlas, jornadas, entre otras. Todas sus formas ofrecen en mayor o menor grado oportunidades para construir sobre la base de los conceptos de extensión: colaboración entre actores universitarios y otros actores, en un pie de igualdad, dialogo horizontal, combinando sus respectivos conocimientos y saberes, con uso socialmente valioso y especial énfasis en los sectores más postergados.

La extensión puede constituir un aporte esencial para formar universitarios que puedan actuar en el mundo de la realidad con capacidad y vocación para mejorarla. La interacción con la realidad genera muchas veces preguntas novedosas que no están pautadas a priori en el acto educativo.

Las demandas de soluciones y explicaciones de los actores sociales, no están regladas ni encuadradas por los programas o los currículos y las prácticas en terreno permiten conectarse a los estudiantes con las realidades concretas, en relación a las cuales deberán actuar como graduados.

Más aun, la extensión puede hacer una importante contribución a la democratización del conocimiento, al cuestionar la noción frecuente de que el poder del conocimiento no puede sino estar concentrado en algunos actores en desmedro de otros.